AJUSTE DE CUENTAS
DE QUÉ VA: H (Jason Statham) se une a una empresa de furgones blindados que transporta millones de dólares en metálico. ¿Su objetivo? Dar con el ladrón que mató a su hijo.
A Jason Statham (Shirebrook, Inglaterra, 1967) lo hemos visto (casi) haciendo de todo en el cine: enfrentarse a una banda de matones con una cucharilla y un cuchillo de mantequilla clavar un arpón en el ojo de un tiburón gigante o lo que hiciera falta –como retozar en plena calle con Amy Smart– para mantenerAdemás de pegar tortas como panes y ser el aliño clave en todas las ensaladas de tiros que uno pueda imaginar, claro. Lo que el rey de la Serie B no ha hecho nunca, y eso que también ha lucido tipo en comedias como (P. Feig, 2015), es reír en pantalla. No hablamos de sonrisitas, sino de carcajadas. Y cuando FOTOGRAMAS charla virtualmente con él lo entiende: la risa de The Stath coge por sorpresa: es aguda, ahogada, a traición. Si hubiera una risa que pudiera matar, sería esta. Un arma más para el implacable H, su personaje en nuevo trabajo con Guy Ritchie 23 años después de que este lo fichara para (1998) cuando, después de abandonar su carrera como saltador de trampolín, se sacaba unas libras ejerciendo de modelo.
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