en sus manos, seguramente son de los nuestros. ¿A qué me refiero? Tal vez compartimos la pasión por lo impreso y, dentro de ella, el amor (¿quizá desenfrenado, como el mío?) por las revistas. Les doy solo una pista: cada vez que me mudo de casa, incluso de país, si algo trato de llevar siempre conmigo es aquella colección de revistas que, dedicado a ese templo de las revistas llamado Casa Magazines, al que seguro muchos de ustedes han ido durante algún viaje a Nueva York (por si acaso no, estas son sus coordenadas: esquina de Eighth Avenue y Twelfth Street, en West Village). Como cuenta el artículo, entre sus clientas habituales figuran celebridades de la talla de Julianne Moore o Sarah Jessica Parker. ¿A qué vamos, ellas y nosotros, a un rincón como este? La respuesta es sencilla: así como buscan esa sudadera o chamarra que les encantó, o los sneakers y esa gorra que quieren conseguir a como dé lugar, aquí se va, literalmente a hacer , pero de revistas. Y créanme, sé por qué se los digo, hay una adrenalina tan especial en este tipo de tiendas, similar a la que se siente en otras compras. En espacios como Casa Magazines encuentran cientos de títulos, no solo los que tienen en mente y que no habían podido conseguir, sino otros que desconocían pero que descubren allí y llevan emocionados, reconfortados con el impreso. Y como no siempre podemos viajar, cuando lo hacemos, sin duda las opciones locales son fundamentales y muy apreciadas: en la Ciudad de México, por ejemplo, donde vivo hay sitios con mucho encanto como Casa Bosques, ubicado en una muy linda casa en la calle de Córdoba en la colonia Roma, o en otra zona totalmente diferente pero con un atractivo similar: Libros, Libros, Libros, en Monte Ararat, en Lomas de Chapultepec, el cual es –además– un paraíso para aquell@s mamás y papás que necesitan una publicación para sus hijos o de buenas opciones de textos en inglés (tras su remodelación crearon un rico café para hacer pausa y disfrutar del plan completo). Sanborns resulta siempre una buena opción, así como ese kiosco cercano a casa donde –es probable– que vayamos creando una relación especial con su propietario. Bienvenidos, pues (sea que nos lean en papel o en nuestra versión digital), a disfrutar de esta edición de Esquire México (mayo) con el querido Manuel García-Rulfo a bordo de su flamante Lincoln en la portada. ¡Abrazos!
