A lo largo de la historia del cine han sido varias las películas que han jugado sobre la autenticidad de las muertes que aparecen en su metraje. Quizá la primera de (Murnau, 1922), sobre la que se generó la leyenda de que su actor principal, Max Shreck, era un vampiro real, al que se le concedió como premio morder en vivo y durante el metraje a los protagonistas del filme a cambio de su participación. Leyenda que sería recogida por el director Elias Merhige para filmar (2000).
Cine 'snuff' y marketing
Apr 22, 2022
1 minuto
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