La nueva oleada de ataques se inició probablemente durante el verano de 858 y se prolongó a lo largo de aproximadamente cuatro años, quizá hasta la primavera de 862, en un discurrir de los acontecimientos que no siempre es fácil de conocer con precisión, fruto tanto de los silencios y de las contradicciones de las fuentes como del carácter mítico pronto alcanzado por algunos de estos episodios.
La aventura, según algunas de estas fuentes, sería protagonizada por una nueva generación de vikingos: el danés Björn Jaerside (literalmente, Costado de Hierro), hijo del legendario Ragnar Lodbrok, y uno de los más famosos caudillos escandinavos del siglo IX, Hastein. El viaje llevó a los vikingos a entrar nuevamente en contacto con viejos conocidos en los reinos cristianos del norte peninsular y en al-Ándalus, pero también a conocer nuevas tierras en África y el Mediterráneo a través de una sucesión de audaces ataques marítimos e incursiones en tierra firme que ayudaron