Para los entusiastas de los Ancient Aliens, la Biblia es el mejor libro sobre la evidencia de seres extraterrestres en nuestro planeta. Antes de que Von Däniken (1935) popularizara la teoría de que, en un pasado remoto, astronautas venidos del espacio exterior intervinieron en la evolución del ser humano; hubo otros autores que interpretaron la narrativa religiosa como un testimonio de la presencia de estos seres extraterrestres. El malogrado Morris K. Jessup (1900-1959) –cuyo suicidio fue interpretado por muchos entusiastas OVNI en clave conspiranoica–, presentado en la literatura ufológica como “doctor”, aunque solo fuera un vendedor de repuestos de automóvil aficionado a la Ufología, fue el primero en escribir UFO and the Bible (1956). Este libro, que se convertiría en un clásico dentro de la literatura OVNI a pesar de su escasa difusión, se convertiría en el germen que inspiraría a otros autores que, citándole como referencia o, directamente plagiando sus ideas, encontraron en los ovnis y la religión un caldo de cultivo para escribir libros que encontraron una gran difusión dentro de un público poco exigente y dispuesto a creer cualquier teoría “heterodoxa”…
RELIGIÓN… ¿INSPIRADA POR EXTRATERRESTRES?
(1938), religioso presbiteriano neoyorquino, cuya formación en ciencias físicas (Harwick College) era un mesías venido de otra galaxia. Es en el clásico (1968), donde desarrolla la teoría de que las manifestaciones del fenómeno OVNI se retrotraen a tiempos bíblicos para terminar identificando a Jesús con un extraterrestre.