La ciencia de la lactancia
El suizo Henri Nestlé era un industrial que durante gran parte de la primera mitad del siglo XIX probó suerte desarrollando productos tan diversos como licores, vinagre, fertilizantes, cemento y hasta gas licuado. Ninguna de estas aventuras tuvo éxito, pero no se rendía. Hasta que dio con el producto que cambiaría su vida y la de las madres y niños de ese entonces, así como los que nacerían en siglos venideros: la primera leche de fórmula para lactantes lanzada por primera vez en la ciudad suiza de Vevey, en 1867. El problema es que ese producto vino a reemplazar, primero tímidamente y luego con más agresividad conforme el mundo se fue modernizando, algo que hasta el siglo XIX todas las madres hacían sin siquiera cuestionar: amamantar.
“Somos el mamífero con mayor población en el planeta y hasta 1867 nos reproducíamos y alimentábamos con leche materna sin problemas”, explica Jimena Illescas, coach y asesora en lactancia y crianza de la Ciudad de México. Pero el uso de la leche de fórmula fue exitoso en sus estrategias de mercadotecnia: “Liberaban a la mamá de la esclavitud que suponía amamantar, cuando en realidad lo que es esclavizante es tener un hijo”, agrega.
En eso coincide la educadora perinatal Patricia Zedillo: “Entre los 70 y 80 se frenó la producción de estudios científicos sobre leche materna ante el auge de
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