OPTIMISMO PARA CURAR EL MUNDO
Cambio climático, deshielo de los polos, sequía, pérdida de hábitat, especies en extinción, contaminación... El presente pinta, cuando menos, negro. ¿O no? «En estos tiempos difíciles y sin precedentes, necesitamos el optimismo más que nunca: para animarnos, inspirarnos y ayudarnos a imaginar el camino que nos queda por delante», escriben los fundadores de Earth Optimism Alliance en su carta de presentación. El punto de partida de este movimiento ecologista global, liderado desde 2017, por la bióloga del Smithsonian, Nancy Knowlton, se basa en dos descubrimientos claves: «el miedo sin esperanza conduce a la apatía en vez de a la acción, y las buenas noticias por las que podemos alegrarnos son muchas, aunque generalmente se mantengan invisibles al público».
Es decir, si seguimos centrados solo en las agresiones y abusos que ha sufrido el planeta en el pasado y en las catástrofes que nos esperan en el futuro, lo más probable es que nos hundamos en la impotencia, que nos parezca imposible mejorar las cosas. Por eso, Earth Optimism invita a darle una patada al derrotismo y convencernos de que el progreso medioambiental es posible. Se trata de «cambiar cómo enfocamos, hablamos y practicamos la conservación de la naturaleza, sobre el terreno, en nuestros lugares de trabajo y en nuestra vida cotidiana». En opinión de Knowlton, «las noticias de los grandes medios de comunicación deberían subrayar el potencial que tenemos los humanos para crear un
