de las cuales me hice aficionado durante estos cerca de dos años de pandemia que hemos vivido, ha sido la de escuchar . La verdad es que, desde el comienzo (y sobre todo en aquellos meses “encerrados” en nuestras casas), nada era más fácil que oír este tipo de formatos de audio desde la comodidad de tu sofá, o cuando salías a caminar y por un café, indica que el 82.9% de la audiencia en países hispanohablantes lo hace desde el teléfono celular o tableta. La misma encuesta revela que un 40% de los nuevos usuarios de este formato llegó a ellos justo durante los últimos dos años y medio (¡no fui yo solo!). Gracias a que muchas de nuestras actividades del día a día pasaron a la virtualidad, poder dejar de mirar las pantallas y tener una actividad en la que solo escuchas las voces donde quiera que estés, se volvió algo cómodo para muchos. Entre los que descubrí por recomendación de un buen amigo, fue , producido en España. Escuchándolo aleatoriamente algún día (otra de las ventajas de los es que puedes escuchar sus episodios en desorden y a la hora que quieras) me apareció dentro de él una plática de su conductor Javier Aznar con Beatriz Satrústegui, autora del libro . En principio no era previsible que me fuera a interesar, pues me confieso cero conocedor del arte de montar una mesa bien puesta para una cena y tampoco creo ser un buen anfitrión (para dos o tres amigos cercanos está bien, pero para un grupo grande comienza a tornarse más complejo). Soy de los que disfrutan al máximo la convivencia siendo invitados, pero no tanto el arte de atender. Lo cierto es que más allá de una plática sobre etiqueta en la mesa, el diálogo de Javier y Beatriz derivó como esencia, en una invitación a animarnos a recibir amigos en casa y a pasárnosla muy haciéndolo. Aprender a liberarnos de la tensión de la primera vez como anfitriones (tal vez tomar una copa de vino antes de recibir a los invitados para relajarnos y disfrutarlo). Aprender incluso, a escoger, con visión de estratega internacional, a esos dos invitados que estarán en la mitad de la mesa, y que tienen esa “responsabilidad” no declarada de que fluya la conversación hacia ambos lados de la mesa. En esta primera edición del año de Esquire y como propósito de comienzo de año, los invitamos, queridos lectores, a aventurarse a recibir en casa de vez en cuando, así como a disfrutar: de la figura en boga de los , de los buenos amigos y de todos los placeres sencillos de la vida, obviamente (dentro de ellos) a gozar de esta, nuestra primera edición del año, que viene cargada de muchas buenas historias. ¡Un abrazo y lo mejor en este 2022!
CARTA DEL EDITOR
Feb 07, 2022
2 minutos
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