Vajillas de porcelana, teteras ampulosas, pastelitos scones y meñiques alzados. La hora del té inglesa lleva aparejada un ritual y una estética, de las que el sándwich de pepino es lo que se llamaría un must. Pero, ¿cómo llegó ese extravagante refrigerio a ser protagonista del afternoon tea?
El té de la tarde nació en 1840 gracias a Anna Russel, duquesa de Bedford, que un día sintió desfallecer de hambre y ordenó que le sirvieran una taza de té con un bocado para aguantar hasta la hora de la cena. La ocurrencia triunfó