LA ECONOMÍA QUE VIENE
En los años sesenta, el estudio de animación estadounidense Hanna-Barbera lanzó la serie de dibujos animados Los Supersónicos (The Jetsons), que fantaseaba acerca de la vida de una familia típica en 2062. Atisbó muchas cosas del futuro. Mostraba robots haciendo las labores domésticas; televisores planos donde leer y ver las noticias en una especie de internet; aparatos con voz, como los asistentes virtuales; videoconferencias y relojes de pulsera tan capaces como miniordenadores. Y niños iban al colegio a bordo de una especie de drones.
Si hoy se hiciera una serie parecida, ¿cómo serían los supersónicos de 2061? ¿Usarían dinero en efectivo? ¿Volarían sus coches? ¿Habrían eliminado las crisis? ¿La energía sería totalmente verde? ¿Existiría el desempleo? Estas cuestiones enlazan con la pregunta que nos ocupa en este reportaje: ¿pueden hacerse predicciones económicas razonables proyectando el desarrollo de tecnologías hoy en pañales? Es complicado, pero aquí van unas cuantas.
LA MONEDA SIN MONEDA
El dinero en efectivo desaparecerá en pocas décadas. En la Suecia actual, una quinta parte de la población no usa billetes ni monedas. Dispositivos como el móvil o los relojes inteligentes ya sirven para pagar en muchas partes del mundo, pero en el futuro serán inútiles para eso. En el citado país escandinavo, 4000 personas participan hoy en un experimento: pagan con la identifica y cobra a su dueño en su cuenta de Amazon.
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