HIDROTERAPIA Y DIETA ADECUADA
Ante todo, hay que repetir de nuevo que, a pesar de que la fitoterapia es un brazo de la medicina con entidad propia, no por ello olvidaremos aplicar conjuntamente otras medidas terapéuticas que también en este caso desempeñan un papel importante, como son, por ejemplo, determinadas prácticas hidrote-rápicas y la adopción de una dieta adecuada.
Las plantas medicinales aquí elegidas ejercen una acción no sólo curativa, sino también sintomática y de forma rápida es decir, al cabo de poco tiempo de tomarlas (importante requisito en el tratamiento de los trastornos agudos).
Las afecciones estomacales sobre las que estas plantas ejercen su acción son de muy variada índole. Cabe destacar: trastornos dispépticos (1) como náuseas, vómitos, contracciones espasmódicas (gastroespas-mo), gastritis agudas, sobrecargas de tipo alimentario (fallo dietético), neurosis gástricas (donde el tipo constitucional del paciente desempeña un importante papel), e incluso la úlcera de estómago.
Las tres plantas medicinales que merecen una detallada exposición en este caso son:
MANZANILLA
La manzanilla (Matricaria chamomilla) es una planta medicinal perteneciente a la familia de las compuestas de gran popularidad y tradición en Europa. ¿Quién no ha tomado una infusión de manzanilla cuando ha notado pesadez de estómago tras una copiosa comida?
Sus cabezuelas amarillas se han empleado desde tiempo inmemorial no sólo para conservar y embellecer el rubio de los cabellos, sino también para tratar infinidad de males, siendo su empleo muy justificado en los casos que aquí vamos a exponer.
Conviene recordar a los lectores interesados en la recolección propia de plantas medicinales, algunas particularidades que distinguen a la verdadera manzanilla de otras especies de aspecto parecido. Las cabezuelas o botones florales de la manzanilla presentan un notable abombamiento y están huecas en su interior. Por otra parte, las lígulas (que si bien parecen pétalos son en realidad flores enteras) que rodean la base de las cabezuelas aparecen flácidas, como caídas en algunas de ellas.
La manzanilla bastarda (Arthemis arven-sis), aparte de no presentar propiedades medicinales y un olor diferente al de la verdadera manzanilla, tampoco cumple con las otras dos características anteriormente enunciadas. Lo mismo podemos decir de la manzanilla fina (Matricaria aurea) donde la confusión es difícil ya que sus cabezuelas no presentan ni siquiera las típicas lígulas de la manzanilla. Por último, cabe mencionar a la manzanilla romana (Arthe-mis nobilis) que, a pesar de presentar unos botones-flores con una apariencia externa más notoria, no los tiene huecos como la verdadera manzanilla, y sus propiedades medicinales son más débiles.
Hay que tener en cuenta que no es raro encontrarnos con que se vende mezclada con las cabezuelas de la verdadera manzanilla. En tales casos, hay que tener presente que lo que se nos ofrece es una manzanilla de menor calidad, aunque posea un mejor aspecto.
PRINCIPIOS ACTIVOS
De la manzanilla se emplean sus botones florales (Flores Chamomillae), puesto que en ellos residen sus principios activos. A partir de dichas flores se obtiene por destilación (2) una esencia de intenso color azul. Aunque la manzanilla ha gozado siempre de gran popularidad, gracias a nuevas investigaciones clínicas y farmacológicas sus propiedades medicinales han adquirido todavía un mayor relieve. A pesar de todo, su composición es muy compleja y no del todo esclarecida.
La manzanilla debe a las sustancias presentes en dicha esencia (camazuleno, bisabolol, apigeína, derivados cumarínicos y flavónicos, etc.) sus acciones antiinflamatorias y antiespasmódicas, pero se desconoce hasta qué punto y qué papel ejercen los otros componentes que contiene.
¿UNIDOS O AISLADOS?
Este fenómeno es característico de la fito-terapia. Si el análisis y aislamiento de los diferentes principios activos de una planta presenta un relativo interés teórico, desde el punto de vista práctico está probado que para que se lleven a término los efectos terapéuticos que ejercen las plantas medicinales es preferible emplear, en muchos casos, las partes medicinales de la planta (en forma de infusiones, disoluciones -tin-turas-o extractos) que no sus principios activos aislados, de los que tanto uso hace la moderna industria farmacéutica.
En muchos casos los principios activos de la planta se complementan entre sí (acción sinérgica), por lo que su empleo aislado conduce, en muchos casos, a un error terapéutico.
EFECTOS MEDICINALES
• Acción antiinflamatoria: gracias a la cual se considera a la manzanilla como uno de los mejores remedios frente a estados inflamatorios agudos y crónicos de la mucosa del estómago. El hecho probado de que además favorece el proceso de curación de las heridas (aplicada en forma de compresas) se debe en gran medida a dicha acción antiinflamatoria.
Con todo, hay que recordar que, para que la manzanilla desarrolle un auténtico efecto curativo -y no solo sintomático-, es preciso tomarla siguiendo una cura, es decir,
