Para sumergirnos en las farragosas, aunque atractivas, historias del crimen organizado, noni siquiera a la Galicia de . El periodista relata de forma impecable y no exenta de humor esa (muy cercana) época, desde los 90 hasta 2015, en que Valencia se convirtió en una orgía de malversación de fondos y tráfico de influencias. Situación que se daba en todo el país, sí, pero en la ciudad del Turia de una forma especialmente pintoresca... Ya lo decía un chiste de entonces: “La corrupción es como la paella, que se hace en todas partes pero en ningún sitio como en Valencia”.