Con sello propio
Todo comenzó como un típico comercio de barrio dedicado a la reventa de muebles de época. Y a lo largo de sus 73 años de trayectoria fue incorporando nuevas unidades de negocio ligadas a la industria del diseño de interiores, la decoración y la arquitectura. Esa es la historia de Fontenla, la empresa que hoy tiene su propia planta industrial y ocho locales.
Esta estrategia de diversificación estuvo sustentada en el convencimiento de que la expansión es el único camino para crecer en un país donde la previsibilidad es un bien escaso. “Para sobrevivir a los vaivenes de la economía argentina hay que estar muy preparados y avanzar con prudencia. Además, hay que tener la sabiduría para adaptarse y adelantarse a la cachetada que te va a llegar. Nuestra fortaleza es hacer las cosas bien, buscar el mejor resultado y trabajar para que el
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