ASÍ FUNCIONA EL DINERO
Hace miles de años, cuando nuestros ancestros eran cazadores-recolectores, necesitaron cada vez mejores puntas de lanza para obtener carne y pieles con las cuales vestir, y quienes se especializaron en fabricar las lanzas también requerían alimentarse y vestir. Cuando vivieron en aldeas, al inventarse la agricultura, unos sembraron y cosecharon vegetales, otros se dedicaron a construir chozas, hilar ropa, hacer herramientas de metal, sandalias o adornos, incluso ayudar en la casa, curar o pedir a los dioses su protección y ayuda. ¿Cómo cubrían todas sus necesidades si realizaban actividades distintas? ¡Comenzaron a intercambiar sus productos y servicios! Así nació el trueque.
Vamos a viajar al pasado en la Máquina del Tiempo Club Junior. Imagina que vives en una de esas primeras aldeas y tu familia quiere una cabra. Alguien te pide un queso y a cambio te da jitomates, otro te ofrece huevos (qué bueno, porque te quedaste sin gallinas). Alguien más sólo tiene jitomates, pero como tú ya tienes se va sin el queso que deseaba. Te regresas sin olla y con varios de tus quesos.
