‘Leonard2Vinci’
uando tenía 16 años, Stéphane Levallois copiaba obras de Da Vinci para aprender a dibujar. Cuarenta años después, recibe el encargo del Louvre para hacer el cómic de Leonardo–con motivo de la gran retrospectiva dedicada al pintor renacentista–, cerrando así de algún modo un círculo vital y creando uno de los. Y, precisamente, la excepcional historieta de Levallois sirve para inaugurar en Avilés la primera sala municipal de toda España dedicada íntegramente a programar exposiciones del noveno arte. La muestra incluye 50 páginas originales de este cómic, una docena de bocetos preparatorios, un cuaderno de apuntes y toda una serie de obras creadas in situ por el autor para este singular espacio. Se trata de una oportunidad única de acercarse a la obra de Leonardo da Vinci de una manera tan rigurosa como novedosa, y quiero añadir que también que de una forma «alucinante», porque la idea del Louvre a la hora de abordar la figura de Da Vinci consiste en mostrar el papel del dibujo como herramienta de pensamiento y creación en toda la actividad de Leonardo; y Levallois consigue hacer lo propio en su obra. Es decir, comprende a la perfección el trazo y el pensamiento del artista florentino mientras dibujaba, e interioriza con total exactitud la manera de trazar de Leonardo. A juicio de los comisarios de la exposición, Vincent Delieuvin y Louis Frank, el cómic de Levallois expresa a la perfección la tesis que vertebra el proyecto museístico, y por ello lleva el sello de catálogo oficial de la exposición del Louvre. Se trata de una oportunidad única, porque es la primera vez que estos originales abandonan suelo francés y porque tras su clausura el 12 de enero regresan al Louvre, ya que varias de las piezas se integrarán en una gran exposición global dedicada a toda la colección de cómics que edita el museo y que dirige Fabrice Douar.
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