Diez pullas dialécticas entre personajes célebres
Leonardo da Vinci (1452-1519) vs. Michelangelo Buonarroti (1475-1564)
Aunque es muy probable que en realidad se profesaran mutuamente admiración y respeto, sus personas tan dispares –Leonardo (arriba, autorretrato), cortés y hasta cortesano, disperso, elegante, dado a la ironía, pintor por encima de todo; Miguel Ángel, hosco, pendenciero, independiente, tenaz, desaseado, escultor sobre todas las cosas–, su rivalidad y sus envidias les llevaron, al parecer, a tener varios encontronazos callejeros en Florencia. El más gracioso y memorable fue como sigue: se cruzaron en una plaza y Miguel Ángel, en tono despectivo, llamó a Leonardo “viejo” –Da Vinci le llevaba 23 años–, ante lo cual este agarró una barra de hierro que allí había, la dobló, se la arrojó a Buonarroti y le espetó: “Enderézala, joven”. Toda una lección de ingenio.
Giovanni Baglione (1566-1643) vs. Michelangelo da Caravaggio (1571-1610)
En el violento ambiente de la Roma de inicios, al que, por otra parte, imitaba sin poderlo remediar. La disputa entre ambos se inició cuando, en 1602, circularon unos poemas que hablaban de un tal “Giovanni Coglione” (Giovanni Gilipollas), al que acusaban de plagio y de cuyo arte se mofaban. Baglione demandó por difamación a Caravaggio, quien, pese a negar las acusaciones, aprovechó su turno de defensa para insistir en que Baglione era un pintor terrible. Fue declarado culpable y condenado a dos semanas de prisión. En venganza, Baglione escribió una biografía de su enemigo en la que, veladamente, lanzaba una (entonces) grave acusación contra él: la de ser homosexual.
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