EL CÓMIC… …Y LO PARANORMAL

Finos bigotes, cabello engominado y una elegante levita a juego con la chistera: es MANDRAKE, el primer ilusionista que lucha contra el crimen haciendo uso de sus poderes hipnóticos.

Cuando, a finales de los años setenta del pasado siglo XX, el doctor Jiménez del Oso (MÁS ALLÁ, 372) y Joaquín Gómez Burón (1937-1996) acariciaron la creación de una revista sobre temas de misterio – que en 1989 se materializaría en MÁS ALLÁ–, barajaron la idea de dedicar parte de sus páginas al mundo del cómic. “No era una cuestión puramente nostálgica – confesaría Jiménez del Oso en la desaparecida publicación ‘Espacio y Tiempo’–, disculpable en miembros de una generación que alimentó sus fantasías infantiles con Mandrake, Flash Gordon o El Hombre Enmascarado, sino el convencimiento de que muchos conceptos, filosóficos, sociales y espirituales han encontrado un sugestivo cauce a través de ese medio de expresión (…). Hay ya una auténtica pléyade de autores que se sirven de las viñetas para describir un pasado de súper civilizaciones desaparecidas, chamanes contactados o dioses alienígenas…”.

Cuestiones como la brujería, la visita de seres extraterrestres