MISTERIOS ¿SIN RESOLVER?
Desde que, a finales de la época victoriana, científicos de la talla de sir William Crookes (1832-1919) se dejaran encandilar por jovencitas médiums que aprovechaban la oscuridad que propiciaba aquella atmósfera tan sugerente de los veladores espiritistas (MÁS ALLÁ, 348) para disfrazarse de fantasmas; los entusiastas del misterio se enfrentan, una y otra vez, al desencanto de tener que descubrir que “no es misterio todo lo que reluce”.
A menudo, son los medios de comunicación los que desempeñan un papel fundamental en el origen y mantenimiento de estos “falsos misterios”. Malentendidos, equívocos, tergiversación de testimonios – e incluso manipulación intencionada – son algunos de los factores que contribuyen a su difusión a través de la prensa, la televisión… e internet. Estas son algunas de las historias que fueron presentadas como misterios… que no lo eran tanto.
EL MISTERIO DE PIANOMAN
fue el nombre con el que la prensa bautizó a un tímido y enigmático joven hallado por la policía británica, deambulando por la costa de Sheernes en Kent, al sur de Inglaterra el 7 de abril de 2005, vistiendo una elegante levita empapada por el agua y cuya identificación mantuvo en vilo a las autoridades inglesas durante más de cuatro meses. Su
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