Un problema de salud, no de estética
Cuando se habla de obesidad, es bastante fácil estigmatizar a las personas con sobrepeso por su falta de autocuidado, disciplina o interés por su salud. La percepción cultural es que cada uno es libre de decidir el tipo de alimentación y estilo de vida que lleva.
Sin embargo, la obesidad, denominada la pandemia del siglo XXI, es un problema de salud pública causada por factores económicos, políticos, culturales y genéticos entretejidos de una forma tan compleja que resulta imposible señalar a un solo culpable o atacar el problema desde un único frente; no puede atribuirse nada más a las aparentes malas decisiones de las personas. Como lo explica el doctor Arturo Jiménez, profesor jubilado de la Universidad Autónoma de Baja California, “los hábitos alimentarios son parte de la cultura y esta finalmente se va moldeando por las regulaciones”.
Un problema redondo
En 2016, más de 2,000 millones de personas en todo el planeta -44% de la población adulta- tenían sobrepeso u obesidad, y más de 70% se encontraban en naciones de ingresos bajos o medianos. Hasta 55% del aumento mundial de la obesidad se ha producido en las zonas rurales. Las enfermedades no transmisibles relacionadas con el sobrepeso y obesidad se cuentan entre las tres principales razones de muerte en todas las regiones del orbe.
De forma particular, según un reporte del Instituto Nacional de Salud Pública, 72.5% de la población adulta mexicana presenta sobrepeso y obesidad, y es uno de los cinco países latinoamericanos con la prevalencia más alta de sobrepeso en niños menores de cinco años junto con Argentina, Paraguay, Barbados y Belice.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva años repitiéndonos que las personas con obesidad son más propensas a sufrir enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, enfermedad del hígado graso que puede culminar en cirrosis, trastornos del aparato locomotor como osteoartritis que degenera las articulaciones, cáncer de mama, endometrio, ovarios, hígado, vesícula biliar, riñones y colon. Además, la obesidad infantil está asociada con una mayor probabilidad de discapacidad y muerte prematura en la edad adulta, de sufrir dificultades respiratorias, mayor riesgo de fracturas e
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