CARTA DE LA DIRECTORA

ace 12 años, cuando era coordinadora de moda en otra revista, empecé a leer mes con mes las cartas editoriales de la que en ese entonces era mi editora general. Ella tiene un gran don de la escritura y una pluma con alma y corazón, así que era porque sus páginas –sin duda, las más hermosas del ámbito editorial– me inspiraban como ninguna otra. En aquellos tiempos, era otra persona: más ingenua, insegura e irritable. Con el paso del tiempo –y con los éxitos, fracasos, alegrías y pérdidas– cambié. Me volví más fuerte, más cómoda conmigo misma y con los que me rodean. Sin embargo, la constante que siempre estuvo presente fue ese enorme deseo de alguna vez firmar una carta que representara toda esa pasión que siento por la moda, el periodismo, la investigación, el arte, la belleza, la fotografía, el diseño, los colores…