Habitación DE SEDA
n salón en el jardín del Museo Rodín de París, que mostró un exquisito trabajo bordado que emulaba una atmósfera de naturaleza otoñal, fue el escenario de la puesta en escena del desfile de alta costura de Dior, otoño-invierno 2021. La mente detrás de semejante belleza artística: Eva Jospin. La obra, titulada está inspirada en la sala de bordado de inspiración india del Palazzo Colonna, de Roma, el cual Eva visitaba cuando hizo su residencia artística en la Villa Médicis en 2017. Fue amor a primera vista y la inspiró para trabajar con bordados a gran escala basados cambió radicalmente la escala del proyecto. El bordado fue manufacturado por los Chanakya Ateliers y la Chanakya School of Craft, en India”, afirma la artista. “Empecé con un dibujo en una escala 1/10 antes de trabajar con la detallada colorización de cada segmento. Hay poco más de 165 colores en la gráfica de colores que compartí con Chanakya. Su bordado presenta una gran variedad de micro y macro, nudos franceses y indios”. Lo que más le fascina a Eva de esta obra es la relación entre su monumentalidad –350 metros cuadrados– y la precisión de sus detalles. “Al principio te abruma su dimensión y, a medida que te vas acercando, te vas perdiendo en las diferentes puntadas a mano. Es excitante trabajar a gran escala y tener el privilegio de contar con artesanos tan talentosos para hacer que tu visión se convierta en realidad”, expresa. La Dior tiene un impresionante legado que combina arte con moda, así que resulta fácil entender por qué Maria Grazia Chiuri, directora creativa de la firma, impulsa el arte, sobre todo cuando hay voces femeninas detrás. “El arte y la moda confrontan dos diferentes temporalidades creativas. El propósito de la moda no sólo es vestir a las personas, sino también expresar las cosas que constantemente cambian a nuestro alrededor, ejemplificado con las temporadas otoño-invierno y primavera-verano. Por el contrario, el artista decide cómo manejar el tiempo y cuánto desea permanecer en cada obra. Puede ser un día o toda una vida. El arte hoy día no sólo se trata de crear belleza, sino de explorar nuestra relación con el mundo en 360 grados. Todo está más entrelazado y las fronteras no son tan rígidas como antes y, por ello, la confrontación entre arte y moda resulta sumamente enriquecedora”. Aunque hay infinidad de artistas a los que admira, para en específico Eva se inspiró en el trabajo de Vuillard y del colectivo artístico Nabi; también tuvo en la mira las pinturas de Hubert Robert y Caspar David Friedrich. Para ella es importante tener más mujeres artistas para inspirar a otras a conseguir sus sueños. “Es primordial tener modelos a seguir que le alienten a niñas y jóvenes a no limitarse. De hecho, la única superioridad biológica de los hombres tiene que ver con el ámbito deportivo, ¡el resto es cultural!”, afirma. ¿Qué sigue para la artista después de estar bajo los reflectores gracias a esta magnífica colaboración con Dior? “Estoy preparando una exhibición en Reggio Emilia, Italia, para este mes de octubre. Tendré dos exhibiciones personales en noviembre, una en el Musée de la Chasse, en París, y otra en el Musée des Impressionnismes, en Giverny. También estoy trabajando en la fachada de un edificio en Bagneux”, concluye. Estaremos al pendiente de sus trazos.
