“ESTIMADO FAMILIAR MUERTO...”
Que los antiguos egipcios se puedan atribuir la medalla de haber protagonizado, en gran medida la invención de la escritura no significa que las letras estuvieran a la orden del día entre los habitantes de las dos tierras, el Alto y el Bajo Egipto. La escritura, vehículo siempre sagrado y cargado de una enorme magia y carga simbólica, era extremadamente especial, y se reservaba a ciertos individuos y estamentos de la sociedad y a casos muy concretos, vinculados principalmente a la burocracia y la administración del Estado, así como a los cultos religiosos y funerarios. Pocos eran los que tenían acceso a su aprendizaje y conocimiento, y menos aún los que podían hacer uso de ella en beneficio
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