¿INCURSIÓN OVNI o histeria colectiva?
A principios de 1942, la amenaza de un nuevo ataque japonés sobre territorio americano continental era tenida en cuenta por las autoridades norteamericanas, mientras la psicosis de guerra se extendía entre la mayoría de la población. A esa situación de pánico colectivo contribuyó un suceso que tuvo lugar en esas fechas.
La tarde del 23 de febrero, un submarino japonés salió a la superficie muy cerca de la costa californiana, a la altura de la localidad de Ellwood, situada al norte de Santa Bárbara, y con su cañón de cubierta bombardeó depósitos de almacenamiento y tanques de combustible. Mientras ocurría el ataque, el presidente Franklin D. Roosevelt dirigía un enérgico discurso a la nación en el que advertía de que ningún lugar del país estaba a salvo de las acciones del enemigo. Fue en este clima bélico en el que tuvo lugar la nunca aclarada incursión aérea que desató el pánico en la población de la ciudad de Los Ángeles la noche del 24 al 25 de febrero de 1942.
El suceso fue precedido por la observación de luces y resplandores en el cielo en las proximidades de unas instalaciones militares, fenómeno que provocó que a partir de las 19:18 se declarase una alerta que duró cuatro horas. Más tarde, a las 2:15 de la madrugada, un radar militar detectó un eco no identificado situado 120 millas mar adentro. Estos dos incidentes preocuparon a las autoridades, que a las 2:25 decidieron hacer sonar las alarmas de ataque aéreo por toda la ciudad. Los servicios
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