La estación ferroviaria de Helguera
El estudio donde Antonio Helguera Martínez pasaba horas esbozando sus cartones políticos está lleno de imágenes y figuras, como tendría que ser el espacio de trabajo de uno de los cartonistas más importantes de México en los últimos años.
La mirada se pierde de tantos detalles que son recuerdos capturados, pinturas, dibujos, relojes, trenes, lámparas de guardavías, afiches, fotos de familia, de sus padres, hijos y esposa; premios y reconocimientos a su carrera de caricaturista que inicio en 1983 y terminó la noche del 25 de junio último, cuando lo sorprendió un infarto fulminante mientras veía televisión en su cama.
El cuarto húmedo que da al jardín de la casa en el pueblo de Axotla, frente a los Viveros de Coyoacán, podría estar dividido en dos tiempos: el análogo y
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