NOTHING NADA ZERO ZILCH
ERAN LAS 4 DE LA MAÑANA DE UN SÁBADO. Me desperté con un dolor punzante y persistente detrás de la sien izquierda. Intenté volver a dormirme, pero no pude y, a eso de las seis me levanté para afrontar otro duro día de trabajo a pesar de que era fin de semana.
Era el otoño de 2020 y en cualquier momento podía perder mi trabajo en mi compañía. Dos décadas currando sin parar, escribiendo libros, presentando un pódcast, entre otras cosas, y sintiéndome muy orgulloso de que mis amigos me preguntasen cómo era capaz de llegar a todo me convencieron de que tenía que trabajar aún más si cabe. Debería ser un consuelo ser consciente de todo lo que he hecho para sacar adelante a mi familia.
Era mediodía, no podía concentrarme y tuve que echarme un rato. Comencé a hiperventilar,
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos