HABLAR DE ESTAS SUSTANCIAS da respeto, y aplicárselas, si sabes poco de rutinas de belleza, todavía más. Pero cuando aprendas los rudimentos básicos de estos poderosos productos y empieces a percibir sus efectos, te harás fan. La clave está en saber elegir adecuadamente el que más conviene a tus necesidades y utilizarlo según prescriben los expertos.
BREVE MANUAL DE USO
En cuestión de ácidos, no te dejes llevar por las tendencias. Periódicamente se ponen de moda unos u otros, pero esto no es como un cambio de vestuario. Si no quieres ‘abrasarte’ la cara, iníciate de forma gradual en esta alternativa.
Cuando ya hayas sistematizado entre tus quehaceres diarios la limpieza e hidratación del rostro, entonces estarás preparado para subir el nivel. Y en ese proceso de dar un paso más allá en el cuidado de la piel, los ácidos van a ser tus grandes aliados.
ESTRENA PIEL
Lo primero que tienes que saber es que los ácidos cosméticos son sustancias químicas cuya función, básicamente, es mejorar la calidad de la piel y (Zenith), propone seguir el ‘método 3-2-1-ya’: “Usa el producto cada tres días durante dos semanas. A continuación un día sí y uno no durante dos semanas. Y pasado ese tiempo podrás aplicártelo todos los días”, explica. Esta dermatóloga es partidaria de este tipo de peelings, en lugar de los exfoliantes físicos, a los que considera mucho más abrasivos, al funcionar por arrastre. Los ácidos, en cambio, actúan disolviendo químicamente los enlaces de las células muertas y acelerando la regeneración de la epidermis. Ten en cuenta que si en la adolescencia todo el proceso –desde que se forman nuevas células en la capa basal hasta que muerendura unas dos semanas, a partir de los 40 años puede demorarse cuatro semanas o incluso más, así que no viene mal darle un empujón con un cosmético con ácido. Puedes encontrarlo en forma de sérums, cremas, tónicos, etc., y su efectividad va a estar determinada en gran parte por su concentración. Es importante comenzar con dosis bajas para que puedas tolerarlos, aunque todo dependerá de las necesidades que presente tu piel, del tipo de ácido aplicado, etc. Si lo haces bien, no vas a abrasarte la cara. “La mayoría de ácidos no escuecen ni causan enrojecimiento”, tranquiliza Dondos.