CAMINOS SIN RELIGIÓN
El poeta inglés Alfred Tennyson afirmaba: “Soy una parte de todo aquello que he encontrado en mi camino”, reflexión que bien puede sintetizar el verdadero valor individual de las experiencias que aportan las numerosas peregrinaciones y rutas que existen a día de hoy, y que han existido durante siglos, vinculadas a todo tipo de motivaciones, desde el devenir histórico al encuentro con la naturaleza o la cultura. España, Inglaterra, Turquía, Jordania, Perú, Japón, Tíbet… No son pocas las regiones que acogen itinerarios antropológicos, artísticos o científicos que reciben, anualmente, cuantiosos visitantes. Estos son algunos de ellos.
EL CAMINO DEL CID
Atraviesa la península de noroeste a sudeste siguiendo las huellas de Rodrigo Díaz de Vivar trazadas en el poema épico medieval hispánico De Burgos a Alicante, pasando por Soria, Castellón o Zaragoza, propone un viaje por la historia y la literatura, del famoso caballero medieval del siglo XI. Los lugares, parajes y castillos en los que acontecieron las aventuras del Cid dibujan el eje vertebral del itinerario, a los que se añaden algunos otros que, si bien no se recogen en los versos medievales, tienen relación con la figura histórica que glosa. Porque, aunque con menos gloria de la que describe el lo cierto es que Rodrigo Díaz de Vivar existió y, de hecho, fue uno de los principales caballeros castellanos durante los reinados de Sancho II y Alfonso VI, cuando consiguió dominar el Levante español (a finales del XI), incluida Valencia, a la que liberó del yugo árabe. Compuesto un siglo cuya única copia se custodia en la Biblioteca Nacional de Madrid, recrea libremente la parte final de la vida del personaje, desde que inicia el primer destierro en 1081 hasta su muerte en 1099. También relata la conquista de Valencia, su reconciliación con Alfonso VI y los desdichados matrimonios de sus hijas con los infantes de Carrión.
