A la caza de ‘UNTERMENSCHEN’
Entre los años 1933 y 1945, tuvo lugar en Alemania un genocidio planeado estratégica y científicamente para eliminar a las supuestas razas inferiores, los Untermenschen o “subhumanos”, como los etiquetaron sus exterminadores. Entender cómo se llegó a ese siniestro epíteto y al horror del Holocausto [ver artículo en página 96] requiere desplazarse a principios del siglo XX y conocer, aunque sea por encima, las ideas racistas que surgieron y se desarrollaron por aquellos años.
BIBLIOGRAFÍA DE LA INFAMIA
En 1855, el conde de Gobineau había publicado su ensayo La desigualdad de las razas humanas, considerado el primer libro racista “científico”. En él aparecen ya los principios generales que justificarían la gran matanza del siglo XX: que las razas humanas existen, que degeneran por contaminación y que la más pura es la raza blanca. Por supuesto, su tesis interesó a los alemanes. Richard Wagner buscó la amistad de Gobineau y aceptó su influencia.
Pero la gran discusión racial se produjo con el cambio de siglo. En unos pocos meses, entre 1899 y 1900, aparecieron tres obras clave sobre el asunto. La primera, , era de Houston Chamberlain, un británico fanáticamente germanizado que contrajo matrimonio con la hija menor de Wagner y seguía las tesis de Gobineau, incluyendo de su cosecha al pensamiento judeocristiano como el principal enemigo de la raza superior. Cuando murió este exaltado germanófilo, Adolf Hitler asistió a su funeral. En 1899 también se publicó , del economista americano W.Z. Ripley, que proponía una división étnica de los pueblos europeos en tres categorías, la mediterránea, la alpina y la teutona, basándose en datos
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