LA TRAVESÍA FINAL DE Elcano

Carlos I había regresado a España, convertido ya en titular del Sacro Imperio Romano Germánico y recibió a Elcano en Valladolid, concediéndole un escudo de armas y una sustanciosa pensión de quinientos ducados anuales. Sin embargo, no accedió a la petición del marino de otorgarle un hábito de la Orden de Santiago. Nos encontramos con que, pese a su juventud — el rey había nacido en 1500— había madurado muy pronto. Ahora eran personalidades como Francisco de los Cobos, García de Loaysa o don quienes estaban al lado del monarca, como secretarios, consejeros o atendiendo el confesionario que era lugar de mucha influencia más allá de los estrictamente espiritual. El arzobispado de Toledo, la mitra primada de España, quedaba en manos de y de los asuntos de Indias y los grandes viajes transoceánicos se encargaba don . Los consejeros flamencos que habían acompañado a Carlos I en 1517 eran cosa del pasado.