El fintonic de los millenials
A los 14 años cobraba más dinero que sus dos padres juntos. Y eso que el uno era fiscal y la otra una profesional de la sanidad. Y todo gracias a los espectáculos de magia que comercializaba a través de internet. Está claro que ya entonces apuntaba maneras. No es extraño, pues, que con apenas 24 años lidere una startup, Goin App, que da trabajo a 29 personas, ha captado 3,3 millones de euros de los inversores y han conseguido que sus usuarios ahorren 1,1 millones de euros cada semana.
Todo empezó por azar. “En un viaje con mis padres me encontré. Tenía entonces 13 años. “Conseguí dos actuaciones por 150 € cada una y reinvertí los 300 € en más publicidad para mis espectáculos” y a los 14 años, como decíamos al principio, “ganaba más que mis padres juntos. La clave fue ser el primero en anunciar este tipo de eventos por internet. Por esa época apareció un competidor. Al principio iniciamos una pugna en Google que nos perjudicaba a los dos así que decidimos aliarnos y acabamos convirtiéndonos en amigos. Ofrecíamos nuestros espectáculos y un buen día nos llamó Fontvella para hacer una campaña. Ahí descubrimos que la magia más el marketing podían alcanzar el efecto Wow. Y decidimos crear la consultoría AMBBIS. Estuvimos 5 años con eventos muy potentes y nos dimos cuenta de que era algo poco escalable, porque exigía mucha presencia. Así, coincidiendo con mis estudios de Ingeniería de Telecomunicaciones, empecé a interesarme en la tecnología. El objetivo, fusionarla con la magia. Así fue como comenzamos a desarrollar tecnología para magos”.
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