La saga continúa
Millones de personas, cientos de millones en realidad, una multitud que da vértigo imaginar, una audiencia planetaria ha escuchado a Rossy de Palma decir que ella, por amor, bajó al infierno. Lo dice en el interludio Preso, del disco El mal querer de Rosalía, posiblemente el producto cultural español más popular de los últimos tiempos y añade que de aquel viaje subió con dos ángeles. Pues bien, he aquí a los ángeles: Luna y Gabriel, sus hijos.
Un halo de luz rodea sus cabezas, pero no por motivos celestiales, es cosa de la pantalla de Zoom, se ríen cuando escuchan la referencia a la canción, para ser ángeles son gente muy simpática y poco misteriosa.
Luna es torrencial, abierta, luminosa, habla mucho y con seguridad. Gabriel es y él es el que es sin querer», resume Luna.
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