Let’s DANCE!
La disputa de si la danza clásica es o no un deporte, además de irrelevante, ha quedado superada. Tal vez no todo el mundo pueda bailar en puntas El cascanueces, pero eso no es motivo para que no se adentre en esta disciplina que gana terreno en los gimnasios.
Bajo el anglicismo se ha colado en diferentes entrenamientos combinados, ya que los beneficios de pivotar en armonioso equilibrio sobre el cuerpo son numerosos. Vaya por delante que en los que incluyen baile clásico no se ejecutan maniobras imposibles, porque no se busca la perfección de Maya Plisétskaya, sino los resultados de determinados movimientos. Así lo aseguran desde Síclo que, para completar su oferta presencial, acaba de lanzar sus clases de Erre Barre vía «Combinamos danza, yoga y pilates para fortalecer todos los músculos del cuerpo, gracias a pequeñas repeticiones perfectamente simétricas que siguen un orden determinado. Empezamos en la barra para poco a poco llevarte en un perfecto hasta el centro, como en una clase de », explica su Edna Sosa. Pero no todos los entrenamientos mixtos que incorporan danza son clases ortodoxas de Es el caso del método B3B «Nosotros no solo hacemos isométricos en la barra, añadimos en la misma sesión bici y ejercicios funcionales de boxeo con un componente de fuerza. Creemos en un entrenamiento global, razón por la que unimos el a ejercicios cardiovasculares más aeróbicos que aumentan el gasto calórico. Y, además, cambiamos las sesiones cada tres semanas, pero el foco esencial siempre está en el tren inferior y el abdomen», señala Diana González León, de B3B, el primer centro en España que incluyó la danza en un entrenamiento de HIIT. Elena Marco, bailarina profesional y pionera del en España
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