¿Brujas?
Las poseídas y las brujas, mujeres que posiblemente tan solo padecían síntomas de, eran inmediatamente entendidas como esclavas o adoradoras de Satán; el mal en su estado más puro. Se sabe, a modo de curiosidad, que en este amplísimo espectro de manifestaciones psicosomáticas, hay uno frecuente: la anestesia local o parestesia, por la que una parte del cuerpo se adormece, pierde su sensibilidad. La Santa Hermandad, cuando trataba de localizar a una de esas mujeres del mal, llevaba consigo a una piadosa que, con una especie de garfio, iba azuzando el cuerpo de la mujer para localizar si en algún momento no aullaba de dolor. Si eso sucedía, era la prueba irrefutable de su pacto con el maléfico.
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