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Gracias a tres aficionados a desencriptar códigos, hoy sabemos que el conocido como Asesino del Zodiaco, envió una carta a un periódico «esperando que (los investigadores y periodistas) estuvieran divirtiéndose mucho tratando de atraparle». Gracias a estos tres voluntariosos criptógrafos, también sabemos que, a ese mismo asesino (que lo fue de al menos cinco personas y, quizá, de otras treinta y dos más), «no le daba miedo la cámara de gas».
A lo largo de la historia del crimen, son muchos los asesinos que han enviado cartas a los medios de comunicación para que fueran publicadas o que han dejado en la escena del crimen notas y mensajes dirigidos a las fuerzas del orden. ¿Qué buscaban con estos escritos? ¿Querían la fama? ¿Querían despistar a sus perseguidores o burlarse de ellos? ¿O querían ser encontrados para