Del estanquillo…
Resulta muy familiar para los residentes de la Ciudad de México la Estación del Metro Balderas, pero si se les pregunta por qué lleva ese nombre, una abrumadora mayoría responderá que lo ignora. Nada que nos sorprenda en cuanto a la topología de nuestras ciudades y, peor aún, en cuanto a la –quizá debamos decir “creciente”, hablando en particular de las nuevas generaciones–ignorancia que se cierne sobre ellas. Como quiera que sea, nuestra columna inicia sus colaboraciones de este anhelado año 2021 –sobre todo por dejar atrás el fatídico 2020 con su mortífera carga viral– abordando al personaje a quien se le rindió homenaje en la nomenclatura capitalina y, de especial interés, a sus hijos. A propósito de estos últimos, adelantamos, nada más, que fueron músicos muy distinguidos y que de uno de ellos nos complace exhumar una de sus composiciones.
Así pues, la avenida homónima y la estación en el que ascendió de artillero a capitán. Consumada la Independencia ayudó a sofocar el Motín de la Acordada y el saqueo de El Parián.
