La 4T como cambio de régimen
Estamos en un cambio de régimen y se escucha el clamor. A dos años de su toma de posesión como presidente de la República es indudable que AMLO está operando no sólo un cambio de gobierno, sino un cambio de régimen; una mudanza profunda en los usos y costumbres del sistema político mexicano surgido de la revolución de 1910 y particularmente de las prácticas que se impusieron en los últimos 30 años.
La mayor evidencia de este viraje la encontramos precisamente en los airados cuestionamientos, las furibundas acusaciones, los coléricos reclamos que a diario le lanzan al presidente. Y es que a diferencia de los cambios de gobierno recientes que introducían modificaciones anecdóticas al estilo de gobernar y no tocaban los intereses creados, un cambio de régimen como el de la Cuarta Transformación (4T) modifica de inmediato las reglas del juego político y también, aunque más despacio, las del juego económico. Severo reacomodo que descobija a quienes el orden anterior apapachaba… Y, cómo no, los descobijados mientan madres; a veces personalmente, a veces mediante corifeos y personeros.
Así ocurre con los cambios de régimen; generan oposición, posición conservadora. Y
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