Georgia La batalla que viene
Primero fueron los gritos de júbilo; luego los sonidos de los cláxones, pero el clímax llegó con el golpeteo de cacerolas desde las ventanas y el tañer de campanas en las calles de Washington DC. La fiesta se desató de manera súbita, en pocos minutos.
Eran las 11:30 de la mañana del sábado 7. Los principales medios de comunicación acababan de anunciar el triunfo de Joe Biden en la contienda presidencial. Miles de personas de la ciudad que lo votó en un 93% convergían hacía la Casa Blanca para celebrarlo. Una hora antes el presidente Donald Trump había reiterado su victoria “por mucho”.
Después del mediodía llegó la reacción del Comité Senatorial Republicano Nacional: “El Senado es la última línea de defensa”, decía su mensaje en la red social Twitter, llamando a mantener la actual mayoría del partido en la cámara alta, todavía por definirse.
La geografía de ese nuevo frente electoral podía atisbarse en la solapa de algunos empleados demócratas en pleno festejo: una estampa con un melocotón, símbolo de Georgia, el estado sureño, la batalla que viene por el poder legislativo.
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