Otra prueba dura para Gestamp
GESTAMP ESTÁ ACOSTUMBRADA a los grandes desafíos. También a salir airosa de ellos. En lo peor de la Gran Recesión de 2008 fue cuando la multinacional española, dedicada a la fabricación de componentes de acero para el automóvil, tuvo su mayor periodo de crecimiento. Entonces, con un estudio concienzudo del entorno y de sus competidores, adquirió empresas como la alemana Edscha (2009) y el negocio de componentes para coches de ThyssenKrupp (2011). Salió de la crisis más grande y fortalecida de lo que entró en ella: si en 2008 su facturación era de 2.310 millones de euros, un lustro después cerraba con una cifra de negocio que multiplicaba aquella por 2,5, hasta alcanzar los 5.854 millones.
Pero, parafraseando la vieja publicidad bancaria, éxitos pasados no garantizan éxitos futuros. Y desde luego una pandemia
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