ICEBERGS La cara oculta de los minimundos helados
Como las criaturas mitológicas temidas por los marineros, los icebergs se desplazan por los océanos envueltos por un halo de misterio. Fuente de inspiración para los artistas, el final de muchas de estas grandes masas de hielo tiene un poso melancólico: tras navegar a la deriva durante cientos de kilómetros, acaban fundiéndose en el mar; en otros casos, las propias corrientes oceánicas los devuelven al lugar en el que se originaron, lo que retrasa su desaparición. Estos témpanos de hielo son de agua dulce porque su origen es continental. En concreto, proceden de enormes glaciares. La Antártida, Groenlandia y el Ártico son los principales lugares donde nacen, y pueden llegar a cubrir una extensión de más de mil kilómetros cuadrados.
LOS MINIMUNDOS DE HIELO, TEMIDOS POR LOS CAPITANES DE LOS BUQUES POR TRAGEDIAS COMO LA DEL TITANIC, están siendo analizados por científicos que no esconden su admiración hacia ellos. Y no es para menos, porque diferentes investigaciones han mostrado que los icebergs son una fuente de nutrientes para los océanos y su ecosistema.
Para saber de dónde provienen dichos nutrientes, Mark Hopwood, investigador del Centro Helmholtz de Investigación Oceánica Geomar (Alemania), se remonta a tiempos lejanos, cuando se formaron estas masas heladas. “Los icebergs están hechos de agua que originalmente cayó como precipitación en las capas de hielo del mundo en un pasado lejano”, narra. Al encontrarse en latitudes altas, la precipitación caída sobre el hielo
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