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Algo similar le sucedió a Usain Bolt en la última competición de su carrera profesional, que acabó en lesión. Era la prueba de 4x100 metros en el Campeonato del Mundo de Londres en 2017. Tras 21 zancadas en la posta final del relevo, se echó la mano a la parte posterior del muslo y acabó en el suelo. Derek Redmond, velocista británico de 400 m, se lesionó en las Olimpiadas de Barcelona de 1992, también en el muslo posterior, y terminó la carrera en una imagen que dio la vuelta al mundo: se le vio cojeando y apoyado en los hombros de su padre.
Todos estos ejemplos pertenecen a deportistas de élite que durante una carrera, ya sea un esprint o una prueba de fondo, sufrieron una
