LA DIETA DE LOS MACROS
He aquí una situación de ensueño para cualquier runner: una cena con amigos en la que sirven lasaña, vino tinto y tarta. La buena noticia es que puedes permitírtelo porque, para cuidar la alimentación, no es necesario obsesionarse con contar calorías. Aquí descubrirás cómo puedes enfrentarte a cualquier menú con gran flexibilidad.
Te parece una utopía? Pues dejará de serlo cuando dejes de medir lo que comes solo en calorías y empieces a tener en cuenta los ‘macros’, abreviatura de macronutrientes. Así se denominan los tres grupos esenciales de alimentos que el cuerpo necesita para funcionar correctamente: los carbohidratos (que le aportan energía), las grasas (muy denostadas cuando, en realidad, contribuyen al crecimiento celular, protegen los órganos, mantienen la temperatura corporal y también proporcionan energía) y las proteínas (forman y reparan los músculos).
Un equilibrio perfecto de macronutrientes garantiza un peso sano, una combustión de grasa mucho más eficaz y la generación de la masa muscular magra, esencial para dar potencia a la carrera. Por eso, muchísimos deportistas profesionales y especialistas de la industria del fitness llevan años utilizando este método, basado en el hecho de que no todas las calorías son iguales: el cuerpo aprovecha de manera totalmente distinta 10 calorías de grasa que 10
