¿NO HAY SOLUCIÓN?
Dicen que unirse al enemigo es más inteligente que combatirlo cuando la victoria parece improbable. Esta parece haber sido la táctica de Burberry o Stella McCartney, que se han asociado con The RealReal; o Sandro, Claudie Pierlot y Joseph, que han colaborado con Vestiaire Collective. Gracias a estas alianzas, los vendedores de dichas marcas en las respectivas plataformas de reventa de lujo conseguirían un descuento en las boutiques, con el que comprar nuevos artículos de esas firmas.
LA PARADOJA DE LA REVENTA
Los acuerdos se promocionaron como un paso . Ojo: tanto en el mercado primario como en el secundario. La Vinted, por ejemplo, dispone de un mecanismo de iniciación similar al de las casas de apues- tas: si abres tu perfil a partir de una invitación, dispones de un pequeño saldo para invertir en la plataforma. Una forma un pelín leonina de fidelizar al recién llegado. "Nuestro objetivo no es fomentar el consumismo sin sentido, sino promover una nueva forma de consumo: comprar menos pero mejor. La reventa ayuda a los amantes de la moda a comerciar en lugar de consumir en exceso", nos dicen fuentes de Vestiaire Collective. "Por ejemplo, si dispones de un presupuesto de unos 400 euros, puedes destinarlo a una pieza más cua litativa en la reventa en vez de gastarla en piezas de menor calidad en el mercado primario. Esto significa que alargas la vida útil de algo que ya está en circulación, al tiempo que aseguras que un elemento diseñado para resistir el paso del tiempo continúe en uso". Y en eso el grupo ambientalista Wrap coincide: la huella de carbono de un artículo usado durante nueve meses adicionales disminuye entre un 20 y un 30%.
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