LAS HUELLAS DE LA RECOLETA
A hora que la profesionalización de la hostelería ha alcanzado cotas inimaginables, lo cierto es que a veces echamos de menos aquellos restaurantes en los que había más ilusión que experiencia, más intuición que márketing y más imaginación que técnica culinaria. Y ante todo que poseían una personalidad única, en contraposición a la estandarización que a menudo nos rodea hoy en día.
Uno de esos lugares genuinos del Madrid de hace tres décadas era La Recoleta, ubicado en el número 9 de la calle Recoletos y que en los pocos años que estuvo en funcionamiento (de 1989 a 1993) dejó huella en quienes lo visitaron. Al igual que fueron muchos los –hoy– famosos artistas que también dejaron su impronta allí (en su carta, en sus manteles, en su libro de firmas...). La artífice de todo
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