Estampas japonesas
El gran Hokusai
n serio, no debes faltar. Cualquiera que haya visto los grabados a color no podrá considerar que haya soñado jamás con algo más hermoso. Yo sueño con ellos, y no pienso en nada más que en crear grabados en cobre. Henry Fantin-Latour, que estaba allí el primer día que yo celebrada en París. Su frase bien puede servir de ejemplo de lo que supusieron para los impresionistas. Entre esos grabados, destacaban los de Katsushika Hokusai (período Edo, 1760-1849), que realizó 36 vistas del Monte Fuji. Con apenas tres colores (azul, marrón y verde) y una simplicidad enorme, lograba una expresión máxima. El contraste de estas xilografías con los grandes óleos europeos, con su de narrativas y mitologías clásicos, puede imaginarse. (en la imagen) pertenece a esas vistas del Monte Fuji. Ya se interprete como un símbolo del yin y el yang o de lo sublime romántico, la ola realiza una espiral perfecta, forma que obsesionó a artistas como Van Gogh (recordemos sus girasoles, por ejemplo) y otros muchos impresionistas que se estaban empezando a replantear el arte occidental.
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