Usos y costumbres de la corrupción política en España a principios del siglo XX
Es probable que sean pocos los que sepan que la palabra ‘candidato’ procede del latín candidus y se refería al color blanco con que los aspirantes a un cargo público vestían para demostrar la pureza de sus intenciones. Eran otros tiempos. En nuestra época, el discurso político se aviva con proclamas constantes contra toda forma de corrupción, con independencia de que quien las pronuncie sea modelo de ejemplaridad.
A lo largo de los últimos cien años, la inmoralidad política se ha presentado con diferentes manifestaciones, influenciadas por los sistemas de captación de voto, por el caciquismo territorial o por el nepotismo de determinadas élites influyentes. Son múltiples las anécdotas que se pueden recabar de nuestra tradición vernácula sobre la corrupción
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