Del mayor adjudicatario mundial a la fragilidad nacional: la montaña rusa del ladrillo español
LA CONSTRUCCIÓN PUEDE SER UNO DE LOS SECTORES QUE MÁS IMPULSE LA VUELTA A LA NORMALIDAD. TIENE UNA ENORME OPORTUNIDAD DE RESURGIR
DE LA CUMBRE A LA LLANURA y a la inversa dentro y fuera. El sector de la construcción ha vivido una auténtica montaña rusa en los últimos 20 años. Precisamente en el año 2000, el ladrillo español lideraba el ranking de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en calidad y volumen de sus infraestructuras. El sector, con las infraestructuras de transporte como gran prioridad hasta entonces y embalado por la apuesta intensa por él del franquismo y los primeros gobiernos democráticos, crecía entonces en el orden del 20% anual.
Entre 2000 y 2007, el número de empleados en el sector se duplicó. Llegó a acaparar al menos uno de cada ocho empleos en España. La construcción residencial representó el 16,5% del crecimiento del PIB entre 2000 y 2006. Hubo un momento en el que cerca de tres millones de españoles vivían de la construcción pura. Y 700.000 viviendas sin vender.
“Hace 20 años teníamos un país creciendo a tasas entre el 4% y el 5%; no se aventuraba la crisis financiera que tendría lugar unos
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