Corren malos tiempos para el pacifismo en el mundo. Las tensiones geopolíticas van en aumento, en una espiral pre bélica que no se veía en Europa desde el Periodo de Entreguerras. Europa empieza a asumir que la única forma de garantizar la paz continental es invirtiendo en Defensa. Así las cosas, la antigua retórica de Bruselas se está sustituyendo por otra que anima a los países integrantes a destinar mucho más dinero para gastos militares.
Estados Unidos, Rusia y China están haciendo lo propio. Incluso España tiene previsto aumentar el presupuesto militar. En Capital, analizamos la importancia del sector de la Defensa, cómo era su situación antes de la Guerra de Ucrania y el futuro inmediato de este segmento.
LA ‘EUROPA NEGLIGENTE’
La escalada de tensión bélica que estamos viviendo en el continente se debe principalmente a tres factores. El primero, la insistencia de Rusia en proteger su ‘espacio de seguridad’, la frontera del oeste que hace de límite con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) -o que ya es parte de ella-, la que corresponde a los antiguos territorios de la Unión Soviética. Durante años, Moscú ha insistido sobre el peligro que acarreaba el hecho de que Occidente se inmiscuyera en los ‘asuntos rusos’, pero ni Europa ni Estados Unidos parecían prestar demasiada atención al posible conflicto.
El segundo, la insistencia de Estados Unidos en arrinconar a Rusia en el Este, con la incorporación de nuevos miembros a la OTAN, la realización de ejercicios militares en la frontera con el país eslavo y el desprecio a los intentos que ha hecho Moscú por tenderle la mano a Occidente.
Por último, encontramos la insistencia