Con la educación, nos la jugamos
EL CORONAVIRUS ha supuesto una pequeña revolución en el colegio concertado Arenales de Carabanchel, en Madrid, pero sin duda ha sido menor que la producida en otros centros. Su fuerte apuesta por la enseñanza digital desde hace siete años ha dado a profesores, padres y alumnos una gran ventaja en el desarrollo de estas competencias. El hecho de que todos los estudiantes, desde 1º de Primaria hasta 2º de Bachillerato, trabajen sus asignaturas con un iPad, les ha hecho más sencillo adaptarse a las clases durante la pandemia.
En otros lugares, por desgracia, no ha ocurrido lo mismo. “En las dos últimas semanas y media me he reunido a través de Meet con una directora, un director y jefes de estudio de colegios para asesorarles. Reconocían que la crisis les había cogido por sorpresa y me preguntaban cómo digitalizarse: qué errores no deberían cometer. Para nosotros el coronavirus ha sido una carga de trabajo brutal, pero no me imagino qué ha podido suponer para quienes han tenido que añadir la capa digital, enviar fotos de WhatsApp con ejercicios, trabajar con libros de papel…”, explica José Luis Marrero, director del colegio Arenales de Carabanchel.
La transformación ha tenido que producirse de modo rápido y amable. Nada fácil, pero en opinión de Marrero ha servido para que muchos “innoven y cambien sus puntos de vista”. A este respecto resalta cómo importantes grupos educativos han anunciado la introducción de Chromebooks o tabletas en sus
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