POR UN MUNDO A COLOR
La vida de Jean-Charles de Castelbajac (Casa-blanca, 1949), JC/DC para sus amigos, es como un cuento de hadas, sólo que en clave posmoderna. Su padre, Louis de Castelbajac, era un famoso pianista de la corte del Rey Mohammed V de Marruecos. Su madre, Jeanne-Blanche, una que vestía a las damas de la alta sociedad de Limoges. «Cuando salí del internado militar en Normandía tenía 17 años y estaba particularmente hambriento de color, luz yy botas en punta al estilo de The Beatles. ¡Yo quería eso!», dice el nuevo diseñador de Benetton. Y así fue. Su estilo colorido e infantil, inspirado en los dibujos animados, la literatura y la cultura pop sedujeron a Mick Jagger, Elton John, Madonna e, incluso, al Papa Juan Pablo II, que lo eligió para diseñar las togas con los colores del arcoíris de 500 obispos y 5.000 sacerdotes para la Jornada Nacional de la Juventud de 1997 en París. «Me quedo con la magia que he vivido. Siempre he sido un niño, muy vinculado a mi infancia, y gracias a esta industria he mantenido esa emoción. Por eso, cuando el fotógrafo Oliviero Toscani me llamó en su día y me preguntó si estaba preparado para una aventura junto a Luciano Benetton, me reactivé. Supe que esta casa era la horma de mi zapato». Ahora su amor por los materiales reciclados, el color primario y la iconografía histórica de la etiqueta traspasan la frontera adulta y se cuelan en su primera colección .
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