En el lado salvaje
770 páginas en color, blanco y negro, pródigas en contrastes y que van desde la sabana a la jungla. Los animales salvajes dialogan con los guerreros Masái y se mezclan con notas de moda, reseñas de. Desde Hog Ranch, Beard fue testigo privilegiado de los cambios en el país: la vida política, la social y el crecimiento demográfico, que pasó de 5.5 a 30 millones de habitantes. “El mercantilismo engulló al canibalismo. Las lanzas y las flechas cedieron su lugar a las ametralladoras Ak-47”, sus palabras como autor figuran en el prólogo de la edición e introducen a la aventura estético-literaria. Pero esos cimbronazos no opacaron el esplendor de la naturaleza, la misión de la obra. En las páginas se admiran las bellezas locales, las modelos top que viajaban para pasar por su lente, las jirafas, los monos, los leones y sus amados elefantes. El estadounidense cultivó su sentido estético desde siempre. En sus diarios íntimos de infancia se testimonian mariposas, plumas de pájaros y crines de caballos. Durante sus estudios de Historia del Arte en la Universidad de Yale hizo su debut en la fotografía de moda y se codeó con la burguesía local. Andy Warhol lo definió como un “Tarzán moderno”. Entre su grupo de selectos figuraron Salvador Dalí, Truman Capote y los Rolling Stones, a quienes acompañó en una gira. Se casó tres veces, tuvo una relación con Lee Radzwill, la hermana de Jackie, pero su gran pasión fue el continente africano. Su equilibrio oscilaba entre la agitada vida social de los 60 y los días bucólicos en Montauk. Kenia brilla en su obra por una visión vanguardista, ecologista y poética. Este libro objeto es el de una belleza sin fisuras, natural y poderosa.
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